JuanCarrampas

 Dicen que a los ciclistas nos obsesionan las medias de nuestras salidas, los porcentajes de las cuestas que subimos, tener el mejor material posible y no sé cuántas cosas más. Hay un montón de webs que analizan al detalle esos puertos infernales en los que parece que te vas a dar con la nariz en el asfalto según subes, y que no eres nadie si no tienes en el curriculum el Angliru, el Mortirolo, el Tourmalet y el infierno de categoría especial de tu provincia, que en todas tenemos uno. Esto está bien para los yonkis del deporte, pero la mayoría nos planteamos objetivos más modestos.

Hace años, exactamente allá por 2015, medio en broma medio en serio, lo que integrábamos antaño llamábamos Bicizamora Road People aprovechando que uno de nosotros había traído la primera ActionCam que teníamos, nos planteamos hacer un análisis que fuera de todo menos sesudo de esas cuestas que subimos con frecuencia, cortitas y no demasiado intensas, y las llamamos Juancarrampas (nombre idea de Leo Pozo), por ponerle un poco nombre. JuanCar por mí, rampas por aquello de que no podemos considerarlas puertos, ni queremos.

Ahora, aprovechando que contamos con un software que las extrae de los tracks del gps rescatamos del cajón de los recuerdos el proyecto de las Juancarrampas que no tiene nada de profesional ni en el diseño, ni en la calidad de los videos ni en nada, pero entretiene y de paso nos ayuda a recordar que el deporte es bueno y sano sólo si se hace con moderación, y que por mucho que nos esforcemos, nos tomemos los últimos engendros de la industria alimenticia o nos compremos una bici que debe ser un pepino a juzgar por lo que cuesta, nunca seremos como esos chavalines delgaduchos que salen en la tele y suben por esos rampones como si fueran en moto.

Así que... bienvenidos Juancarramperos. Esto son las Juancarrampas.